Generar empleo evitará necesidad de construir más cárceles

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22 de junio de 2024
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12:03 am
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Generar empleo evitará necesidad de construir más cárceles

Por: Carlos Medrano – Periodista

Sin ser un experto en materia de criminología, la simple lógica me indica que generando empleo masivo que inserte a miles de jóvenes al mercado laboral, eso permitirá que los indicadores de delincuencia, criminalidad y narcotráfico disminuyan considerablemente.

Construir más cárceles no frenará los alarmantes índices de violencia en Honduras, pero si provocamos que la economía florezca y se funden y vengan empresas al país, esto generará nuevas oportunidades laborales que permitan que nuestros adolescentes tengan un mejor futuro.

Imagínense esta terrible realidad, casi un millón de jóvenes de nuestro país Ni Estudian NI Trabajan (NINIs), no tienen oficio, mucho menos una profesión universitaria, lo que casi los obliga a delinquir y enredarse en el espinoso mundo del crimen, ligados principalmente al tráfico de drogas.

Dentro del Plan de Solución contra el Crimen, el gobierno de la república anunció, entre otras medidas, la construcción de dos grandes proyectos carcelarios, una megacárcel para 20.000 reos y la edificación de la cárcel en Islas del Cisne, la Alcatraz hondureña a 250 kilómetros al noroeste del mar Caribe.

Un Centro de Reclusión de Emergencia (CRE) con capacidad para 20.000 privados de libertad en la zona de Olancho y Gracias a Dios costará una enorme cantidad de dinero, agregado al mantenimiento de esta gran edificación.

En dos semanas iniciará la licitación de otra cárcel para 2.000 reos, en las paradisíacas Islas del Cisne, en el Caribe hondureño, ante la oposición de ambientalistas quienes argumentan que dicha construcción acabará con dicha reserva natural.

Estas dos cárceles se sumarán a las 30 ya existentes que albergan a unos 21.000 internos,

Existen estudios especializados, especialmente originados en Europa que consideran que el construir cárceles no son ninguna solución por la ineficacia de la rehabilitación pues el tratamiento dentro de la prisión, en un sentido amplio, no funciona ya que no reduce la reincidencia. Los presos tienen grandes necesidades, en término de cuidados o de servicios sociales, no tienen dinero, ni empleo, ni educación, ni vivienda, muchas veces suelen ser adictos a drogas, y no gozan de buena salud.

Además, existe la ineficacia preventiva o sea la incapacidad para disuadir a los “otros” de cometer delitos por medio de la intimidación, la formación de hábitos, la persuasión moral y otras similares y la ineficacia incapacitadora que justificaría al encarcelamiento simplemente para prevenir que las personas enviadas a la prisión puedan cometer nuevos actos delictivos pero mientras estén allí encerradas (siempre con la vista puesta sólo en ese descenso de delitos en el exterior de la prisión).

Otro problema generado por el enfoque de construcción de cárceles es medir la justicia del encarcelamiento, se convierte el comportamiento criminal en tiempo. El tiempo es cuantificado en relación con el comportamiento delictivo concreto, por ejemplo, una sentencia de dos años de prisión para el delito X era considerada entonces “justa”, pero con los siguientes vientos de cambio, los años subieron.

En fin, se construirán grandes cárceles sin los resultados esperados contra la violencia y la criminalidad y con un montón de dinero despilfarrado y sin la transparencia necesaria que evite más corrupción.

En vez de construir más cárceles deben generar empleo, el empleo es el mejor disuasivo contra la violencia y delincuencia, pues tener a la gente ocupada, con trabajo, ganando dinero para ellos y su familia es la principal fuente de riqueza y felicidad.

Construir una cárcel que costará centenas de millones mientras el pueblo está enfermo, sin educación y sin trabajo es una locura de dimensiones colosales.

carlosmedrano1@yahoo.com

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