Vértice: El añorado puente para Amapala

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15 de junio de 2024
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12:04 am
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Vértice: El añorado puente para Amapala

Por: Fernando Berríos – Periodista

Cuando vimos la publicación del señor Héctor Zelaya Castro, secretario privado y presidente de la Comisión para el Ferrocarril Interoceánico, anunciando desde Tokio, Japón, las gestiones para la construcción de un puente que una Amapala con tierra firme, desde luego nos alegramos y dijimos ¡Enbuenahora!

Cómo no alegrarse si esta es la aspiración histórica de los más de 15,000 personas que habitan la principal isla hondureña en el Golfo de Fonseca. En sus 86 kilómetros cuadrados se generan diversas actividades económicas que van desde la pesca, el ecoturismo, la cultura y la gastronomía.

Amapala es digna de mejor suerte. Aunque pocos lo mencionan, los registros históricos dan cuenta que en 1876 fue capital de Honduras, cuando tomó posesión provisional el doctor Marco Aurelio Soto.

Y en 1895 fue designada capital de la República Mayor de Centroamérica. En Wikipedia leemos que esta designación se dio en un intento por restablecer la desaparecida República Federal de Centroamérica con la unificación de los Estados de El Salvador, Honduras y Nicaragua. “La efímera unión cambió su nombre oficial a Estados Unidos de Centroamérica al entrar en vigor su Constitución en 1898, conservando su capital en Amapala”.

También podemos mencionar que, en 1925, el científico alemán Albert Einstein vivió en la isla por un corto tiempo, hospedándose con inmigrantes alemanes de apellido Uhler. Y, en 1928, el que fuera presidente de Estados Unidos, Herbert Hoover, también se radicó en la isla del pacífico.

Amapala era clave para el desarrollo social y económico del Golfo de Fonseca y lo sigue siendo, aunque las autoridades de los gobiernos de turno muy poco voltean su mirada hacia esta joya histórica, cultural, comercial y turística que tenemos en el Pacífico.

El pasado 7 de junio, Héctor Zelaya posteó desde Tokio un mensaje esperanzador: “Una mega obra como el puente colgante Rainbow de Tokio —para conectar Amapala con tierra firme— es parte de los proyectos para la construcción del Ferrocarril Interoceánico que impulsa la presidenta Xiomara Castro”.

Y es que, en pleno siglo 21, es imperdonable que esta isla no tenga una conexión con tierra firme, es decir, con Coyolito. Dependiendo del lugar que se designe como el más estratégico, ésta mega obra tendría una longitud de 2 a 3.5 kilómetros.

En el caso del puente Rainbow, que conecta la bahía de Tokio, este tiene 798 metros de longitud y tiene tres niveles para uso vehicular, ferroviario y peatonal. Esta megaobra, construida por Kawasaki Heavy Industries, demoró seis años en ser construida, entre 1987 y 1993. Hoy, une el puerto de Shibaura con la isla artificial de Odaiba.

Como ocurrió en la bahía de Tokio hace tres décadas. un puente desde y hacia Amapala promovería el desarrollo comercial, social y turístico de esta zona del país, facilitando el tráfico de personas, bienes y servicios, abaratando costos de transporte y ahorrando tiempo.

Años atrás, durante la administración anterior, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) ofreció los estudios de factibilidad para impulsar este proyecto. El objetivo era determinar la pertinencia de la longitud estimada, buscando la menor longitud y utilizando métodos para estudios conceptuales de topografía, geología, hidrología, tráfico, dinámica marina, estructuras, pavimento y otros.

Saludamos que el gobierno voltee su mirada hacia el Golfo de Fonseca, ya que en él conviven 866 mil habitantes, siendo un importante mercado de consumidores entre las tres naciones ribereñas.

El potencial ecológico es inmenso, ya que el Golfo de Fonseca cuenta con 30 áreas naturales protegidas en una extensión de 762,000 hectáreas. Ahí tenemos la mayor extensión de bosque de manglar de toda la costa pacífica centroamericana, con 76,100 hectáreas.

Y si hablamos de recursos hídricos, podemos afirmar que en el suelo continental se localizan 8 cuencas hidrográficas que vierten sus aguas al Golfo de Fonseca.

Esta es una zona altamente productiva que contribuye significativamente al Producto Interno Bruto Agrícola del país, con productos de exportación como camarón (actividad sumamente deprimida por las dificultades para exportar a Asia y México), melón, sandía y caña de azúcar, entre otros.

Además, el golfo tiene un potencial inmenso en el rubro turístico y prueba de ello es que hace apenas unos años se contabilizaban 92 hoteles y una disponibilidad de 1,700 habitaciones.

Si bien el Ferrocarril Interoceánico pareciera un sueño, por su costo estimado de 20,000 millones de dólares, satisface saber que se están tocando puertas de coinversionistas en Europa, Estados Unidos, Japón y China.

De acuerdo a lo que hemos conocido, este proyecto ferroviario se dividirá en dos etapas: La primera etapa comprendería la remodelación de las vías férreas que conectan a Puerto Cortés y San Pedro Sula, incluyendo la construcción de 120 kilómetros de nuevas rutas férreas para transportar contenedores de San Pedro Sula hasta la recta en La Barca en Cortés.

Y la segunda etapa incluiría la construcción de 600 kilómetros de vía ferroviaria extendiéndose desde un megapuerto en Amapala hasta Puerto Castilla.

¿Sueño o realidad? Por el bien de Honduras, ojalá y sea una realidad.

X: @berriosfernando
Email: fberrios1974@gmail.com

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